sábado, 14 de noviembre de 2009

ULTIMA HORA!


La manifestación ha sido disuelta por una banda de sicarios. Aunque hay testigos nadie quiere hablar. Reina el miedo en la cocina. Solo se sabe que los sicarios hablaban con acento italiano y que se han llevado al cerdo grande. En la terraza han aparecido restos de cerdo. Aunque son irreconocibles, la cerda alega que los restos son de su marido. Beto alega que estaba durmiendo la siesta, que no sabe nada. Alfonso prefiere no hacer declaraciones. La polémica está servida. Ninguno de los dos ha querido condenar el atentado. De momento la cocina vuelve a estar operativa.

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